Al igual que un avión, su coche probablemente tenga una "caja negra".

Todos hemos oído hablar de la "caja negra" de los aviones comerciales: los registradores de datos de vuelo que suelen utilizar los investigadores de accidentes. Pero mucha gente no sabe que también tiene una caja negra en su coche. Si te ves implicado en un accidente de tráfico, tanto tu coche como el otro pueden tener un registro de lo ocurrido. Estos dispositivos, conocidos como Grabadores de Datos de Sucesos (EDR), varían de un fabricante de automóviles a otro. Normalmente registran los últimos ocho a quince segundos antes de un accidente y están integrados en el sistema informático que controla el despliegue de los airbags del coche. Pueden registrar información como la velocidad del vehículo, si se han accionado o no los frenos y si los ocupantes llevaban puestos los cinturones de seguridad. También pueden indicar la gravedad del accidente registrando el cambio de velocidad del coche en el momento del impacto. Estos dispositivos forman parte de los coches de GM desde mediados de los noventa y de Ford, Nissan y Toyota desde mediados de los 2000. Se calcula que unos 80 millones de coches disponen ya de estos sistemas EDR. Al estar integrados en el sistema informático de a bordo del coche, no se pueden quitar ni desactivar fácilmente. Pero, ¿quién controla la información que contienen estos EDR? Esta pregunta aún no tiene respuesta en muchos estados. Mientras que la normativa de algunos estados establece que sólo el propietario del vehículo puede autorizar la divulgación de la información, otros -entre ellos Luisiana- aún no tienen leyes al respecto. Esto significa que, tras un accidente, un mecánico podría descargar información sobre el mismo, sobre todo si el vehículo fue "siniestro total" y ahora está en manos de la compañía de seguros. Toyota utilizó los datos del EDR para demostrar que en muchos casos en los que los conductores afirmaban que sus coches habían acelerado a pesar de pisar el freno, en realidad habían pisado el acelerador. Así pues, los datos del EDR pueden utilizarse en contra del conductor accidentado, si el recuerdo que éste tiene del accidente difiere del del fabricante. Tras un accidente de cualquier tipo, es importante conservar las pruebas de lo sucedido antes de que se pierdan, y la información contenida en el EDR de un coche es un ejemplo más de estas pruebas. Por eso es una buena idea hablar con un abogado de lesiones personales si usted está involucrado en un accidente de coche en Louisiana, para asegurar que los derechos legales a los datos de la "caja negra" están protegidos, y para obtener una indemnización por los daños sufridos en el accidente.