Pesar: ¿Qué dice la Biblia sobre la salud y la forma física?

La buena salud es algo que tendemos a dar por sentado hasta que enfermamos; es entonces cuando empezamos a reflexionar sobre nuestra dieta, rutinas y hábitos diarios. Aunque Dios creó nuestros cuerpos para que fueran resistentes, somos frágiles en el sentido de que somos como máquinas. Cuando ingerimos cosas en exceso, nos exponemos a toxinas y no ejercitamos nuestra "máquina", el cuerpo empieza a funcionar incorrectamente. La Biblia es como nuestro "manual del propietario", que nos dice lo que tenemos que hacer para mantenernos en condiciones óptimas.

La Biblia ofrece instrucciones sanitarias detalladas desde los tiempos de Moisés. Las leyes dadas por Dios a Moisés esbozan parámetros y directrices a seguir en relación con cuestiones de salud pública relativas a la contaminación del agua y los alimentos, la eliminación de aguas residuales, las enfermedades infecciosas y la educación sanitaria. Estas cuestiones se abordaron en las leyes sanitarias mosaicas. "Estos son los seres vivos que podéis comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra. Todo animal que tenga pezuña hendida o que rumie, podréis comerlo. Sin embargo, entre los que rumian o tienen pezuña hendida, éstos no comerás: El camello, porque rumia pero no separa la pezuña, es inmundo para ti. Y el tejón de las rocas, porque rumia pero no separa la pezuña, es inmundo para vosotros". Estas instrucciones se dieron para evitar que la gente comiera alimentos potencialmente contaminados.

Siguiendo el camino hacia el bienestar, hay muchas cosas que debemos recordar, como comer los alimentos adecuados, hacer suficiente ejercicio y controlar los factores de estrés, pero el primer paso para alcanzar la salud física y espiritual empieza por el corazón: "Hijo mío, no olvides mi enseñanza, sino guarda mis mandamientos en tu corazón, porque ellos prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad... Esto traerá salud a tu cuerpo y alimento a tus huesos". (Proverbios 3:1-2, 8). La obediencia a los mandamientos de Dios y a otras leyes promueve la salud. Cuando los obedecemos, actuamos de acuerdo con Sus instrucciones. Como nuestro Creador, Él sabe lo que es mejor para nosotros: "Ahora todo ha sido oído; he aquí la conclusión del asunto: Temed a Dios y guardad sus mandamientos, porque esto es todo el deber del hombre" (Eclesiastés 12:13).

La Biblia es clara sobre cómo ve Dios nuestro cuerpo: "¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios? No sois vuestros". (1 Corintios 6:19). Seguir las Sagradas Escrituras de Dios en todo lo que hacemos nos mantiene bien física, mental y espiritualmente.

Recursos:

http://www.gotquestions.org/Bible-health.html

http://www.tomorrowsworld.org/node/579